
La empresa productora se ha visto en la obligación de cancelar el evento, debido a una afonía del actor principal. La obra se representará el 27 de abril, siendo válidas las entradas ya adquiridas. Los clientes que prefieran la devolución del importe de la entrada, podrán solicitarlo en las taquillas del Lienzo Norte o en entradas.com según corresponda.
Sentimos las molestias ocasionadas
LA CRÍTICA HA DICHO SOBRE CALÍGULA
"Escribir sobre ‘Calígula’ es referirse a una obra acompasada a base de gritos.Y lo cierto es que nadie ha gritado como Javier Collado Goyanes en estos últimos tiempos…Este ‘Calígula’ no es el que nombró cónsul a Incitatus, su caballo. Es un vocero de nuestros días… Impresionante enfoque, excelente reparto con intérpretes como Collado Goyanes, Alejandra Torray y José Hervás (Premio a mejor actor secundario en la última edición de los Premios Ercilla de Teatro por este montaje)… Sinceramente,habría que ser un lunático para perdérsela."(LA TRIBUNA DE TOLEDO)
"La representación de ‘Calígula’ pone en pie al público que llenó el patio de armas del Castillo de Peñíscola" (www.peniscola.org)
"La sencilla escenografía hizo que toda la atención se centrara en las interpretaciones de un elenco con varios de sus integrantes muy curtidos en las tablas… Pero sin lugar a dudas, si en la representación hubo que destacar a un actor, ese fue sin lugar a dudas el televisivo Javier Collado Goyanes. El actor supo meterse de tal manera en la piel del personaje que mostró al espectador a ese hombre acobardado y solo ante el mundo… Un gran Calígula como reconoció con una prolongada ovación final el público que casi llenó el aforo del Teatro Victoria."(DIARIO DE CÓRDOBA )
¿Locura imperial? Así lo ha entendido la Historia durante veinte siglos.
Un desequilibrado alcanza el poder absoluto, y desequilibra la vida de todo un imperio,al convertir la acción de gobierno en el ejercicio continuado de las mayores aberraciones que la mente humana pueda concebir. Es una explicación posible.Pero para Camus, a las puertas de la hecatombe de la Segunda Guerra Mundial,sin haber acabado aún de digerir la dimensión de los cambios operados a causa de los desastres de la Primera, resulta demasiado obvia. Piensa que, si un loco puede convertir al mundo en un manicomio, es porque el sistema por el que el mundo se rige así lo permite. No habiendo, pues, remedio para la infelicidad humana dentro del sistema, hay que buscarlo fuera de él, exigiendo lo imposible.